jueves, 16 de junio de 2011

LA COSMOGONÍA Y MITOLOGÍA GERMANA: GRANDES ASPECTOS Y PERSPECTIVAS EXTRANJERAS DESDE LA ANTIGÜEDAD HASTA NUESTROS DÍAS


Por: DENISSE ADRIANA MORENO BATISTA

La originalidad es prácticamente un mito. No hay novedad por lo menos en las artes, ya que se basan en el ser humano y éste, pese a los cambios de su entorno, se ha mantenido igual. Sí, quizá es difícil creer que los antiguos griegos tienen que ver algo con nosotros los mexicanos del siglo XXI, pero así es; se cree en el amor, en la muerte, en la justicia, en la venganza…en todo eso que pertenece a nuestra natura y que por tanto es un tema universal. Por eso la originalidad no existe, porque todo parte de un punto para luego hacer sus propias variantes específicas que lo proclamarán como “nuevo”. Claro que el hambre de autenticidad es algo que existe sólo en la actualidad, pues los derechos de autor para bien y para mal han delimitado las posibilidades; sin embargo antes no era así y las ideas que surgían de la esencia básica del ser, emanaban velozmente y se adaptaban a conveniencia, por eso no es casualidad que por ejemplo, las cosmogonías de las grandes culturas se parezcan entre sí: egipcia, maya, romana, germana…los extraterrestres no tuvieron nada que ver.

Específicamente hablando de la cosmogonía germana, es interesante ver la confusión que los romanos tuvieron respecto a ella. Pero vamos por partes, localicémonos en la época. El Imperio Romano se estaba quebrando, pues la crisis que enfrentaron en el siglo III y las numerosas guerras civiles debilitaron al ejército y sin quererlo, dejaron de estar al pendiente de aquellos pueblos bárbaros que desde hacía un tiempo intentaban entrar en su territorio. Al final los romanos decidieron aceptarlos como colonos, pero éstos se rebelaron y poco a poco aquél Imperio se derrumbó. Y en ese proceso los romanos notaron sus extrañas costumbres y la curiosidad los llevó a investigarlos un poco más.

Los denominaron “Germanos” por igual, no importó si era

n visigodos, lombardos o sajones, si venían del noreste del Imperio eran Germanos; por cierto, esos territorios han cambiado a lo largo de la historia y hoy en día son Islandia, Dinamarca, Suecia, Noruega y Alemania. Se comenzó a hablar y por supuesto, a escribirse sobre ellos. Existen varios registros como por ejemplo el de “La Guerra de las Galias” de Julio César, en donde se les menciona como una sociedad sin religión como tal, vistos simplemente como obsesivos adoradores de la luna y el sol. Cabe decir que las fuentes no germanas se basan por lo general en la observación y comparación con su propia perspectiva del mundo, como ya lo dijimos, gracias en buena parte al instinto de curiosidad pero también por razones tan diversas como conocer al enemigo. Tal es el caso del registro no germano más importante encontrado hasta la fecha, la “Germania” de Tácito.

Es importante decir que lo más probable es que él no haya estado en contacto directo con los germanos y que la información haya sido recopilada gracias a los relatos e historias de mercaderes, viajeros y soldados que se enfrentaban a ellos. En su Germania, se describen aspectos tales como la vida cotidiana y la organización militar; ésta última vino a cambiar la visión de “primitivos” con la que se les definía, pues Tácito intentaba dejar claro que eran un peligro real para el Imperio, pues quizá habían sido derrotados varias veces pero nunca habían sido sometidos por completo. Los bárbaros no eran tan bárbaros como se creía, pues pese a que siempre los romanos tuvieron cierta distancia y trato despectivo hacia ellos (se habla de canibalismo y modales incivilizados al comer), también reconocieron que poseían una compleja explicación de la vida y el universo. Por ello no es raro ver que Tácito compara a Odín con Mercurio o a Thor con Hércules, pues no conocía otra cosa sino lo que su cultura y mitología le brindaban. Aquí la autenticidad y originalidad no significaba lo que hoy podríamos llamar plagio, pues era incluso un reconocimiento a la grandeza romana… aquellos bárbaros sin una sociedad fundamentada se habían apoyado en lo que les había parecido maravilloso y lo apropiaron para sí. Sin embargo estaban equivocados, pues las cosmogonías de ambas culturas son muy diferentes, coincidiendo sólo en la esencia del ser humano y su necesidad de explicar lo que desconoce.

Intentaré describir a grandes (inmensos) rasgos esta mitología, para poder analizar después lo que hemos retomado de ella en la actualidad.

En el principio no existía nada. No había arena o mar ni tierra o cielo, sólo había un inmenso vacío llamado Ginnungagap. En él convivían el frío y el calor, pero después de un largo tiempo decidieron separarse y surgió el Muspellsheim en el sur, un mar hecho de furiosas llamas y ardiente calor; y por otro lado en el norte surgió una segunda región, llamada Nifflheim, país de hielos paralizantes y vientos amargos. Pasaba el tiempo y las tierras del frío y el calor luchaban en el abismo y todo era caos. Y de pronto como resultado de esos enfrentamientos, surgieron gotas, no de agua, sino del líquido de la vida llamado eitr que formaron un enorme ser llamado Ymir (arcilla ardiente), el gigante más grande que jamás haya existido. Conforme el hielo se derretía, las gotas iban configurando otra criatura... con ubres y cuernos: una vaca colosal llamada Audhumla. Daba tanta leche, que el líquido fluía como ríos caudalosos. Así encontró sustento Ymir. La vaca, inmediatamente, empezó a lamer las piedras, cubiertas de escarcha, que yacían alrededor de ella y del gigante. Y entonces sucedió algo extraño. De pronto, de una de las piedras, la enorme vaca, lamiendo, sacó unos largos mechones de pelo. Al día siguiente, de la misma piedra, surgió una cabeza y un rostro. Y al tercer día, la vaca, finalmente, extrajo con sus lamidos un cuerpo entero... Era un varón, alto y hermoso. Se llamaba Buri (el productor).. El gigante Ymir tuvo hijos consigo mismo. Mientras dormía, empezó a sudar y, de pronto, surgieron del sobaco izquierdo una criatura masculina y otra femenina. Y no queriendo ser menos las piernas que los brazos, los pies copularon entre sí y dieron a luz un hijo con seis cabezas. Ése fue el origen de los "gigantes de escarcha", a veces llamados troll u ogros, pero más conocidos como Yotes.

Por su parte Buri engendró un hijo, Börr, que se casó con una giganta llamada Bestla, con la que tuvo tres hijos: Odín(espíritu), Vili (voluntad) y Ve(sacralidad), los primeros dioses de la raza de los Ases (pilares del mundo). Los Ases eran mortales, habían nacido de una mezcla de elementos divinos y mortales (los gigantes), su naturaleza era imperfecta y por ello llevaban dentro el germen de la muerte, estaban destinados a sufrir la muerte física para obtener de este modo, la inmortalidad espiritual. Cuando los gigantes descubrieron el nacimiento de los tres dioses Ases, iniciaron una guerra contra ellos. El enfrentamiento duró muchos años, hasta que los hijos de Börr asesinaron a Ymir.

Los dioses mataron al gigante, y un diluvio de sangre se abatió sobre los enemigos de los Ases, ahogándolos a todos. Luego arrastraron el cadáver de Ymir hasta el centro del inmenso vacío y lo cortaron en pedazos. Entonces, sobre el cuerpo sin vida del gigante crearon el mundo. Su carne se transformó en tierra. Esta tierra fue llamada Mitgard (jardín medio) y estaba situada en medio de todo, donde después habitarían los humanos. Alrededor de esta tierra estaban los océanos, formados con la sangre. Y las cejas fueron usadas como bardas que cubrían el perímetro de la tierra. Los huesos del coloso se convirtieron en rocas y peñascos. Los dientes afilados y las astillas de hueso roto, en piedras y acantilados. El pelo se transformó en árboles y hierba. Los dioses lanzaron al aire el cerebro de Ymir, muy alto, creando las nubes. Y para el cielo, el cráneo del gigante fue puesto como una bóveda que cubría todo lo creado. Luego, los dioses tomaron chispas del ardiente Muspellsheim y las colgaron en el firmamento, donde siguen brillando desde entonces... Así se crearon las estrellas, el Sol y la Luna. Del cadáver de Ymir salían arrastrándose pequeños gusanos, que se convirtieron en los primeros enanos, moradores de grutas y cavernas del mundo subterráneo; eligieron a cuatro de ellos para sostener la bóveda celeste y vigilar los cuatro rincones del universo. Son los enanos llamados Nordi, Sudri, Austri y Westri.

Después se encargaron de buscar guardianes para el Sol y la Luna, y encontraron a los dos hijos hermosos de un gigante, el hombre se llamaba Mani (luna) y la mujer Sunna (sol). Por otro lado, el gigante Norvi tuvo una hija, a la que llamó Nott (la noche), muy oscura. Esta se casó en tres ocasiones y tuvo varios hijos. Con Dellinger, el dios de la aurora y pariente de Odín, tuvo al bello Dag (el día).

En cuanto a los gusanos que seguían saliendo del cuerpo de Ymir, los dioses les dieron primero forma y les dotaron de una inteligencia sobrehumana, tras lo cual los dividieron en tres grandes clases. Aquellos que eran de naturaleza oscura, traicionera y taimada, fueron desterrados. Se les llamaba elfos oscuros o kobolds. Por otro lado estaban los enanos, quienes empleaban toda su energía y tiempo en explorar los escondrijos secretos de la Tierra, coleccionaban oro, plata y piedras preciosas, que guardaban en grietas secretas de donde podían sacarlas según su deseo. Al resto de estas pequeñas criaturas, incluyendo todos los que eran hermosos, benignos y provechosos, los dioses los llamaron hados y elfos, y eran los encargados de cuidar de las plantas y las flores, jugar con los pájaros y las mariposas, o bailar en la hierba a la luz de la Luna.

Así se fueron formando los 9 mundos:

1. Asgard es el mundo de los Ases (Aesir), Cada dios tiene una casa diferente en Asgard; la más conocida es Valhalla, la morada de Odín. Los héroes muertos en combate son llevados por las valkirias a Valhalla.

2. Vanaheim es el mundo de los Vanes (Vanir), la otra raza de dioses nórdicos, que generalmente realizaban funciones de fertilidad.

3. Alfheim es el mundo de los elfos de la luz.

4. Midgard es el mundo de los hombres.

5. Nidavellir es el reino de los enanos.

6. Jotunheim es el país de los gigantes.

7. Svartalfheim es el reino de los elfos oscuros.

8. Niflheim es el mundo de los muertos.

9. Muspellheim es el mundo de los gigantes de fuego.

Como podemos ver, varios aspectos han perdurado incluso hasta nuestros días, teniendo los puntos cardinales y para aquellos de habla inglesa, los nombres de los días de la semana y el sol y la luna.

Monday > Montag > der Mond / der Tag el día de la luna
Tuesday > del dios Tyr, representante de la justicia; precursor de Odín
Wednesday > de Wotan (Odín)
Thursday > Donnerstag > de Thor, dios del trueno; hijo de Odín
Friday > Frigedag (antiguo alemán) > de Frigg, diosa de la fertilidad y el matrimonio; esposa de Odín
Sunday > Sonntag > die Sonne / der Tag el día del sol

Las perspectivas cambian y lo que antes era visto con desprecio debido a la ignorancia, hoy es motivo incluso de extensos estudios y obras artísticas. Tenemos gracias a ello el poema del Anillo de los Nibelungos, la ópera de Wagner, el Beowulf, incluso el Señor de los Anillos y por supuesto el cómic de Thor. Nada de esto es original o auténtico, sin embargo esos cambios y modificaciones enriquecen nuestro panorama e invitan a más gente a participar y disfrutar de esto que llamamos “humanidad”.

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