jueves, 16 de junio de 2011

BESTIARIOS EN LA EDAD MEDIA



Por Zayda Zúñiga

Existe en el mar un animal con concha llamado ostra perlífera, Esta ostra se eleva del fondo del mar al despuntar el alba, abre la boca y absorbe el rocío del cielo, encerrando en su concha los rayos del sol, la luna y las estrellas; de las luces celestiales, da nacimiento a las perlas.

El Fisiólogo

Comencemos con una pregunta:¿de qué manera los seres fantásticos han influido en nuestro imaginario? Cuando pensamos en la figura de un dragón, nos viene a la mente los caballeros y el dragón encerrado en la torre; o bien si vemos la imagen de una sirena esperando en el mar, sabemos que solo es eso, una imagen que no es algo real. Pero ¿de dónde vinieron todos estos seres extraordinarios?

Hubo un periodo de la humanidad donde se creía en la existencia de seres fantásticos. Pensemos que para los habitantes europeos de esta época era un hecho que todos estos animales existían, formaban parte de su concepción de la vida y el universo. En otras palabras, la gente del medioevo creía en ellos; y si bien algunos existían, cómo las salamandras, los monos, las aves, de otros no se ha comprobado su existencia, sobre todo de aquellos que nos provocan mayor fascinación como: los dragones, los ciclopes, los gigantes y las hidras.

En la Edad Media cada bestia tenía un simbolismo (y hasta la fecha conservamos algunos símbolos animales) tal vez esto suceda por la influencia de ciertos textos que se gestaron desde la Antigüedad tardía, los bestiarios.

En el siglo III comienza la tradición de los bestiarios con la obra El Fisiólogo, que fue el primer bestiario del que se tiene registro. Pudo ser escrito en Alejandría o en Siria, mas desconocemos el dato correcto. Su autoría es incierta, pero se le atribuye a San Epifanio. El Fisiólogo es un libro que habla de las virtudes de animales, describiendo las propiedades fantásticas, curativas y proféticas de las bestias. Asimismo se enfoca en el simbolismo de cada criatura relevando su significado moralizante y bíblico.

| Los bestiarios acumularon el conocimiento y todos los ejemplos de lo maravilloso. Están escritos de una manera casi poética gracias a lo cual se puede leer la descripción de la bestia, las virtudes que simboliza y en algunos casos sus perversiones. Existen textos que poseen maravillosas miniaturas y una pequeña historia donde se relaciona la bestia con lo divino. Son descripciones que en la actualidad, nos resultan inverosímiles, sin dejar de ser fascinantes.

Para el hombre de la Edad Media los animales del bestiario tenían un carácter formativo y moralizante, esto les ayudaba a reforzar su fe y alejarse del pecado. Figuras como los dragones son símbolo del demonio, la serpiente símbolo, hasta nuestros días, de la tentación que induce al mal, al igual que el mono, del cual El Fisiólogo dice: “También el simio es una imagen del demonio, pues de hecho tiene un principio, pero no tiene final, esto es, no tiene rabo, de la misma manera que el demonio, al comienzo, era uno de los arcángeles, pero no se ha encontrado su fin.” (El Fisiólogo en Malaxecheverria pag.160,).

La importancia del simbolismo en el pensamiento medieval radica en el carácter teocéntrico de la época, los símbolos están relacionados con lo sagrado y así se daba la comunicación con el ser supremo. De este modo se tenía que conocer el significado.

El bestiario, según Ignacio Malaxecheverria, está dividido en clasificaciones precisas, así encontramos las siguientes:

· Bestiario Telúrico, hace referencia a los animales terrestres, en el podemos encontrar animales como: el tigre, elefante, castor, león, pantera, simios y lagartos.

· Bestiario acuático: donde se agrupan la ballena, el pelicano, la ostra, la rémora, el delfín y el cisne.

· Bestiario aéreo: el águila, el grifo, el avestruz, las salandres, el caradrio y la garza.

· Bestiario Ígneo: aquí encontramos las criaturas relacionadas con el fuego como el ave fénix cuyo poder es matarse y renacer, desde las cenizas y que tiene relación con la muerte y resurrección de Dios. La salamandra que dicen puede vivir entre el fuego como si se tratase de un pez en el agua.

· Monstruos e Híbridos: estas criaturas cuyo hechizo persiste hasta nuestros días, las encontramos en este capitulo: sirenas, centauros, unicornios, el dragón, la hidra, la manticora y la hormiga león.

La influencia de las bestias en la cosmovisión medieval se vio reflejada en varios aspectos. Entre ellos la literatura, obras como la carta del Preste Juan son un claro ejemplo.

La carta del Preste Juan es un texto que se escribió a mediados del siglo XII. Es un texto quimérico con referencias bíblicas y una exaltación al mundo cristiano, como pueblo elegido por Dios. Describe las maravillas de las provincias de Preste Juan, su existencia se convirtió en un mito durante la Edad Media.

Es así que a finales del siglo XII llega la carta de un supuesto monarca cristiano, que habitaba en oriente, a la corte de Federico Barbarroja y a la de Manuel Comnenos, Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico y de Bizancio; respectivamente, así como al Papa de Roma. La carta describe las bestias y animales que habitan en las tierras del Preste, entre las cuales se encuentran las tres Indias.

En el reino del Preste no existe, en algunas provincias, la maldad y la tierra es prospera en todos los aspectos; “En nuestra tierra fluye la miel y abunda la leche. En otra los venenos pierden su poder, allí no hay escorpión si serpiente que serpentee por la hierba”. Es una alegoría de que no existe el mal representado por la serpiente, símbolo del demonio. El “lapidario” también esta en estas tierras hay un rio que procede del Paraíso y en el que pueden hallarse piedras naturales, esmeraldas, zafiros, carbónelos, topacios, ónix, berilos, amatistas y muchas otras, entre ellas la piedra con la que se puede tener invisibilidad. Fuentes milagrosas que tienen el don de la eterna juventud, plantas que desaparecen la vejez y hacen que se viva hasta 500 años, con una apariencia de tener 30 años. La tierra descrita en La carta cumple con varias utopías de la época.

Independientemente de que el Preste Juan haya existido o no, la carta finaliza invitando a los Emperadores a conocer las tierras del Preste Juan, para que pueda constatar la fastuosidad de estas, ya que es imposible contarlo.

Asimismo el bestiario influyó en la arquitectura. Podemos encontrar vestigios de lo fantástico en monasterios, catedrales, abadías y templos. Por ejemplo:

CATEDRAL DE PISA.

· En Italia destacan la cartuja de Pavía, el Ayuntamiento de Perusa y el palacio ducal Casa del Oro en Venecia.

· En Francia Notre-Dame de Paris y la catedral de Chartres.

· En España las catedrales de Zamora, Salamanca, Tarragona y Lérida.

Para la institución religiosa el bestiario tiene gran importancia por la carga significativa, dentro de una cultura donde el hijo de Dios es representado por un cordero o por un ciervo, que se sacrifica por el pecado del mundo.

Otro aspecto que fue tocado por los bestiarios es el de los viajes. Los viajeros fueron especialmente inspirados por los bestiarios, en sus viajes pretendían encontrar a estos seres imaginarios, confirmar la existencia de lo maravilloso. Al llegar a tierras desconocidas, como el Nuevo Mundo, se encontraron con criaturas que probablemente sorprendieron aun más que lo visto en los textos

En los Bestiarios también podemos descubrir las características que hacían únicas a estas criaturas, aquellas que podían presagiar sobre el destino, las que podían curar y los hábitos específicos de cada especie, algunas relaciones con la Biblia, aquello que podrían inspirar, su maldad y bondad.

Pero sobre todo encontraremos en estos textos un mundo encantador, lleno de la magia de la Edad Media, de las maravillas, de enseñanzas y de los ideales de los hombres, son textos que nos transportan a mundos lejanos, mundos simbólicos, milagrosos, que en ningún otro lado se podrían encontrar, y que al igual que los viajeros del medievo cuando lleguemos a esas tierras nos sorprenderá lo que en nuestra mente veremos.

Recomendaciones bibliográficas


Malaxecheverria, Ignacio. El bestiario medieval. Madrid, edit.Siruela.

Eco, Umberto. Arte y belleza en la estética medieval. Barcelona, edit. Lumen.

Anónimo. La carta del Preste Juan. Edit. Siruela.

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